martes, 27 de agosto de 2013

De un sueño breve.

Le das la espalda a la perseverancia, persistiendo en la existencia de lo ajeno a la cordura. Las llamas rotas cerrando el rudimentario cielo rutinario, de los no seres del sin saber raudo, recostado en mis propios cansancios. ¿Cómo dividir esa dualidad tan agotada? Física o espiritual, estrellas que no bastan para regresar a tu esencia, despertar al adormecido sentido quebrado del donde voy. Desenterrar la ebullición de mis estados finales, vendrán, están al llegar. Remendaré mis temores al recuperar el amparo de dios, levantaré mis brazos hasta romper el dolor, encontrando la forma de dormir... para siempre.

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