Contigo, deseo llegar al final.

 

Eres desde aquel día cuatro, todo lo que mi melancolía pretendía. Mosaico cósmico y heroico de iridiscente luz nada distante. Miel de amante con arte anatómico consecuente, especialmente para la piel del abanico de mi principal complejo, el que emerge de lejos en ambiente grupal. No sé si me explico pero ahora, todo mejora, ellos ya no se ocultan tras el manejo del disfraz capaz de aplazar las ganas de llorar sin excepción. Creas para mí, un corazón en esencia, existencia capaz de germinar en paz entre cenizas con imaginación creadora, evitando las líneas fronterizas. Eres, derramadora de Amor a medida, eres mi autora preferida, eres la emisora de todas mis mejoras sanando aquella herida. Yo, prácticamente jubilado y Tú, siempre siempre a mi lado. Insistentemente me siento arropado.

Gracias y Gracias por todo lo ideal que nos queda, aquí dentro y allá fuera.

Te Quiero y siempre serás, mi tal para cual auténticamente real.

Hasta siempre desde el corazón.

 Interpretación del último paseo entre vosotras y mis pies. Como ves para mí, ¡no ha terminado!, vuestra aventura vital, aún no ha acabado. Sois un dúo con predisposición expansiva a tener una experiencia inmersiva en cualquier universo, y sin ningún tipo de resignación. Satisfacción, pues todavía no representáis la nada inorgánica, sirva esta misiva como aclaración titánica. Que estéis en este banco, resulta un lugar para nada equivocado en este espacio de amarillo universal. Aquí, podréis pensar en quien os empezará a usar y si lo hará con mi ritmo frenético, halo poético para que al andar pueda ver el mar, pero del revés. Pensé que estaría con vosotras toda una vida, no imaginé que un día deberíais tomar la puerta de salida. Ciclón con pasión en el límite de lo prohibido al hablar con ellas, fabricando una interacción nada real, pero con emoción. Para mí, son un par de estrellas que hasta en el azul de mi sombra, han dejado huella...