Estética espiritual.

En tu espacio temporal, puedo perderme en la positividad infinita regalada, fusionarme a tus sentidos. Puedo buscarte en todos los rinconcitos que añore mi corazón. Puedo subir a la azotea de todos los giros de tu bondad generosa. Puedo mirarme en esos dos cielos azules, belleza sin par, espejos del alma, anestesia de mis sentidos. Puedo, quiero y sé quererte con ganas, disfrutar tus eternos segundos cerca de mí, al abrigo de mis sentimientos. Puedo enmudecer tan solo con imaginarte ahí, escuchar tu voz cuando ni siquiera hablas. Puedo pedir soñar tus realidades, verdades imaginadas, alargadas como tu sombra. Puedo perderme en todas las curvas de tus rectilíneas habilidades, princesas del laberinto bendecido por las hadas buenas, mensajeras de este amor.

Estupor insospechado.

Desnorte consensual de la utopía categóricamente producido por el propio estupor. Metodología del algoritmo retórico. Pamplina, alegoría dadas las circunstancias, total, nimiedad desganada. Pasiones enmarañadas al viento, echadas a volar. Recovecos precarios menguantes de necesidad. Lance sin programar, interacción hablada. Irrealidad inexistente retenida por algún instante sentido en profundidad, iluminado por deseos locos de atar. Anestesia a la ambición, al ansia por crecer. Emerge cuando siento esa necesidad. Escapo hacia atrás al navegar entre reflejos. Naufragios a través del desvarío de la pasión puesta en la esperanza. Aviva los instintos que te acompañan de incógnito.

Como decía Albert Einstein, "en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento"