sábado, 19 de octubre de 2013

Fermina. Mi Abuela.

Fermina, de forma continua te reclamo, te echo de menos, cada vez suena diferente, subyugado de mis confinamientos. Llévame, estreméceme, fuiste tú,  ¡fulgor único en mi vida! Desahuciado quedé, tocó disipar la razón vencida exactamente. Sosegar la respiración, calmante de la sensibilidad entumecida, aislante de los sonidos que jamás debes escuchar, condenado desde aquel minuto, falla de una mañana eterna, espíritu amilanado, gesto desbaratado, sentidos heridos. Vaya donde vaya, quedan instantes para ti, momentos, recuerdos, firmamento ardiendo, cara buena y bella. Almacén de azules atravesando espacios arremolinados, divididos abismos terreros, abrasadores, campeones del mundo en intentar extinguir las heridas forjadas bien adentro del verdadero invernadero eterno, primaveral, brillo de estrella. Reflexiones que inducen al traslado, ansias del corazón.

Fermina, madre, abuela... señora del viento por vivir.

viernes, 11 de octubre de 2013

Patente de refulgentes centellas.

He llegado a soñarte tantas veces, aroma de pensarte en plenitud, sin porcentaje conocido, sin descanso, clamarte con certeza absoluta, ilusión imponente sin agrietar, no sobrevalorada. Estandartes al éxtasis sin tiempo, cobijados al velo de cualquier horizonte, sin desmayo de la lealtad que hacia ti tengo, germina de forma ígnea mi realidad eficaz, lógica encadenada a cualquier justificación en calma, lecho esperado en su momento, deseado, sólo bastas tú, gesto concluyente, recuerdo indeleble, remotamente lejos de toda periferia, bien pintado del azul de mis sentidos, eso sí.

jueves, 3 de octubre de 2013

Lo que por ti siento.

Hallarnos fusionados imperecederamente, acontezca lo que acontezca. Logro alcanzado no disfrazado, pasión sincera de ternura hacia la viva expresión de tus sentidos. Recompensado por todo lo que de ti obtengo. Miradas, conversaciones, tratamiento especial, dulce aroma, suave tono. Armonía cautivadora, deslumbrantes movimientos, completa y bella aceleración, cualidades únicas. Aires serenos, pensamientos impecables. Mar exquisito, bálsamo azul de la propia conciencia. Respeto verdaderamente repleto de verdades respetadas. Maravillosos destellos, sueños no volteados, lenguaje de la felicidad. Día completo, aclarador rotundo de las confusas dudas del amor, medalla paciente a la paciencia. Expresiones humanas con naturaleza divina. Dignidad inmensa correctamente decidida, caricia sentimental lejos de toda extenuación. Fusión mágica de micras imperceptibles, fabricantes de adoración sin medida, inmensa ilusión diaria.

4 de octubre.
Un día como hoy.
Te quiero.