martes, 4 de octubre de 2016

Efectos Emocionales. 4 de octubre.



Lírica endémica, en positivo eso sí, compones tú en partituras prohibidas, respiración del corazón. A sobrevivir constantes despedidas en la periferia de la razón me ayudas, ya no me acarician suspiros de soledad absoluta. Estoy enamorado de ti, ¡cómo no!, así me siento desde la vez primera, sin costumbres. Cruzo estrías de algún Luzbel que yo mismo he inventado para, insistentemente, volver al abrigo de la luz que acompaña a tu piel. Ya no me siento extraviado entre las cenizas de mi propio yo. No disfrazas el amor, profundo motivo para estar a tu lado, lo sé muy bien. Tus recuerdos futuros envuelven el presente de mi calor, eterno deseo, no es nada extraño. Trenzas con habilidad líneas difíciles de encontrar, tú las elaboras en silencio. Cuando emprenda el viaje de no retorno que todos tomamos, no me iré solo, te llevaré en el corazón, siempre.
Efectos emocionales exclusivos produces en mí. Gracias, Asun.
Te quiero.



sábado, 17 de septiembre de 2016

Solamente es un día más.


Expresiones adornadas con murmureos ponderados de avidez. Van alejando cualquier motivo llevado al desconcierto mezclado con vehemencia. Instantes a ráfagas imperfectas, quizá sea mejor así. Mundos completos creados al amparo del fin del tiempo. Cultivan pensamientos envueltos y entonados por el astro de la soledad. Cautivan confines inciertos. Resultado condenado al silencio o al tarareo traidor de las personas normales, así es de preciso, al menos, para mí. Dicotomía entre lo espiritual y lo físico. 
Alimentación mental probada del otro lado, te conduce al final de la verdad. Fe producida tan solo una vez, senda con instantes tan profundos como para perderse en ellos. Invasión lúcida caída del cielo azul, puente que has de cruzar en silencio. ¡Claro que sí!
Destino olvidado alguna vez, fermenta doctrina asertiva. Se detiene a jugar con el viento del porvenir. Mira directamente al iris de la llave de mis ojos. Inverso cóncavo al favor virginal a cambio de nada. Darle protagonismo a lo que no depende de ti, en fin, inconcluso universo.
Necesito paliativos del tiempo para arrojar seguridad a mi alrededor. Escuchar a la propia conciencia cuando ésta no me deja dormir.





martes, 7 de junio de 2016

Feliz Cumpleaños, Amor.


Vivir, seguir con sentido estrellas de tu hábitat. El universo se queda pequeño cuando te siento brillar. Completo firmamentos, Grito pasional. Fe inherente al resplandor de la sombra que proyectas, alargada quietud. Mi vértice indómito ocasional apaciguas sistemáticamente sin posibilidad de añoranza. Cuajo el agraciado estupor que en mí produces, adalid de esencia melancólica.
Bonito cuento sin riesgo, acompañado por el tándem compuesto por el abandono del peligro y el aire puro para respirar. Bondadosa caricia, rebosa humanidad.
Lance sempiterno.

Te quiero.





domingo, 1 de mayo de 2016

Paisaje entre líneas.


El valor jamás percibido como destino, las líneas de mi frente, no impide divisar amaneceres sin sollozos. Refugio, observatorio, caleidoscopio para cualquier tipo de decepción. Saciado posible, nunca llega del todo. Mirando bastante, pero bastante más allá del color de percepciones lógicas, intento no confundir mezclas mundanas. Pormenorizando incógnitas de la nada absoluta, sin comprensión, busco el reverso de la propia conciencia. Noto desde algún génesis, el prisma del desdibujo fabricado por sus ponzoñosas mentes. Recorro el principio fallando constantemente en su giro. Rastro, olfato, pérdida de espacio, incentivo al pasivo escueto e innecesario.
Aunque a veces no conozco a Dios, y debería, he de decir que puedo empezar de cero, dibujar mis sentimientos con los mecanismos del alma. Turbulencias en el respirar del corazón.

lunes, 11 de abril de 2016

En un DÍA como hoy.


Tan próxima cada noche. Cada día, imagen habitual de tocar La Gloria por definición. Expresión natural por fuera y por dentro. Sensaciones descubiertas en esos momentos que la vida te regala, los que tú fabricas. Adherido al mimo de la quietud de tu corazón. Alimento, luz derramadora. Desata el camino hacia la mismísima luna, detiene el espacio, espera por mí. Pasión, poesía, rima capacitada en llenar. Persistente existencia en calma, estado azul, puerta abierta al sosiego, jugosa sensación. Sensacional esencia al despertar virginal, sin hábitos. Reina de todas mis percepciones sublimes eres. Gracias Asun.

Te quiero... y algo más.
Once de abril.


sábado, 26 de marzo de 2016

El Cielo y El Mar.




Lara, hija...
Tu mirada, espacio impávido, de ningún modo la obvio. Me abrazo insistentemente a tu espíritu. Elíseo soñado, mucho mucho más allá del conocido. Consigue que todo se olvide sintiendo al corazón latir aún, profundo, de verdad. Aire de muñequita sin igual. Recibo tu magia, me alimento de ella. Celebro el día del Padre, que son todos, en los infinitos momentos de cada instante que paso contigo. La partitura de mi vida, no es mía, está a tus pies, necesita de ti. En la totalidad de mis pensamientos de altura, tú estás.

Lara, ¿sabes qué...?
Te quiero El Cielo y El Mar.

26 de marzo. Tu Santo.








domingo, 14 de febrero de 2016

Ascua interminable.


Dibujo a pleno sol el olor azul de tus caricias. Aventura bendita allá donde me encuentre. Te miro, descubro cuanto tengo que aprender. Destino deseado por la piel que envuelve al alma necesitada de toques centelleantes,. Prolongas el recorrido de mis sentidos. Reflejo poético.
 Dime, si esto no es libertad sin disfraces para tocar con los dedos el Paraíso entero, creado por el aliento de la imaginación.

Asun, te quiero mucho.



lunes, 11 de enero de 2016

Gracias Asun.


Aventura tan emocionante como emocional. Describir ramilletes de colores en la oscuridad. Lealtad eterna. Convexas voluptuosidades íntegras, absoluto caramelo. Rescate incesante solamente para los ojos de los anhelos. Belleza perenne. Pasa al germen del olvido la sumisión fabricada a través de la bruma del tiempo. Mucho mucho más aliado a la delicadeza de lo que piensas, prisionero de las redadas del miedo. Conciencia, precio correcto. Formas de hablar, de mirar. Cuidarme, sentirme querido. Regalas suavidad al dolor. Apuesta opuesta a los apócrifos envoltorios del interés encubierto de quienes me ignoran, oropel en esencia. Sabes elegir el traje exacto que acompaña a la razón, en cualquier instante.
Soñar. Viento a favor de la vida. Pasión. A estos regalos tuyos, me arrojo. Sin buscar, encuentro tu cercanía, tus caricias, aún estando lejos. Complicidad necesaria exenta de disonancia. Me atiendes, me entiendes. Merece la pena, explícitamente.

Gracias amor por ser el antídoto al cáncer de mi inteligencia.
Te quiero.