Balada a modo de seducción, aderezada a tiempo con el entusiasmo que al cielo nos llevó, para descansar sin esperar, en otro lugar. Alegoría para un centenario consiguiendo disparar el sentido correcto de mis latidos, dilatándome el corazón cuando de cerca, a diario, escucho tu voz asintiendo que el Amor con nosotros, no se equivocó. Descubrir todo lo bueno que puede ocurrir sabiéndose amado, escribir siempre un poquito menos de lo que pienso y sí siento acompañado en cualquier momento, sin lamento, por el tempo de la ilusión que al edén me catapultó. Sueños que, aunque sueños son, no son solamente sueños, no están dormidos, límites ilimitados por mí imaginados, por cierto muchos de ellos, ya te los he dibujado en la apuesta opuesta a lo inconexo e inconcluso. Metódica y luminosa es la constelación que aquel paseo compuso, es nuestra comunicación, nuestra confianza, nuestra pasión, nuestra, complicidad, nuestras formas de entender y fabricar el Amor. Balanza de la confianza siempre siempre equilibrada de forma y manera auténtica y espontánea. Formamos una verdadera pareja impregnada por la conexión que tenemos en nuestra dimensión del Amor, así, podemos elaborar nuestra vida, nuestra intimidad, nuestra amistad, el existir perenne de un nosotros aquí y allá. Un lujo, es para mí, compartir momentos repletos de instantes cargados de significado disfrutando de poder ser quien soy, quien siempre quise ser. Me encanta el universo que se crea cuando te comento que me digas algo bonito y, ¿sabes qué?, yo, te lo voy a decir a Ti: "Tú eres capaz de fabricar lo mejor de la mejor versión de mí".
Te admiro, me siento orgulloso de Ti por, como me hablas, por cómo me cuidas, por cómo me sufres cuando me sientes sufrir, por como me inspiras.
Valor para, por fin, describir la armonía que cada día establecen mis sentimientos con mis hechos, dichos que de una forma original me hacen sentir al límite, vivir al ciento por ciento en mi lugar, el que está entre El Cielo y El Mar gracias y gracias a Ti.
Asun, Te Quiero.
