
Mi vida es un día muy complicado. Cuento repleto de rincones del alma, llamada exponencial hacia la eternidad emocional. Imagino con intensidad el regreso al hogar que nunca existió, no hay nadie. ¿Hasta cuándo podré seguir respirando sin degenerar con certeza ya no recordada?
Procedo sin embargo a la siembra sin fruto de mis pensamientos perdidos, sin palabras, exentos de hecho de la respiración especialista en extinguir el aire necesario, portador de los recuerdos mágicos, reflejo ganador. Dispuesto a fabricar la evaporación de esta intranquilidad extensa no elegida, a desenmarañar la cartografía de la decepción. No miento al lanzar esta aseveración, no es preciso decirlo, más las últimas rutinas repletas de pecados regalados, aún por soñar, hacen que aproveche para confesar estar preparado al percibir el mensaje de ébano, insistente, Alienta a envolver la invitación de venirme a buscar.
Procedo sin embargo a la siembra sin fruto de mis pensamientos perdidos, sin palabras, exentos de hecho de la respiración especialista en extinguir el aire necesario, portador de los recuerdos mágicos, reflejo ganador. Dispuesto a fabricar la evaporación de esta intranquilidad extensa no elegida, a desenmarañar la cartografía de la decepción. No miento al lanzar esta aseveración, no es preciso decirlo, más las últimas rutinas repletas de pecados regalados, aún por soñar, hacen que aproveche para confesar estar preparado al percibir el mensaje de ébano, insistente, Alienta a envolver la invitación de venirme a buscar.