Ventanales a cielos bien abiertos, añil
oscurecido, torrente de espíritus despintados de lo innecesario con su va y ven
bajo ese firmamento minuciosamente fabricado.
Resortes, eternos momentos en tan solo un
instante sin barrera de sonido, con velocidad centelleante, especialistas en
atender, dignos de toda adoración.
Brillos, almas buenas con nombres propios, vientecillo libre gustosamente alimentado,
suavemente dirigido. Burlando aquel sesteo disperso.
¡Felicidades
bien agradecidas a ese ramillete de estrellas tan singulares cómo únicas!
Exclusividad
en estado virginal.
Un magnífico día, un mayo especial, siendo el último, resultó el primero.
Selectivos, cambios,giros inesperados que inexorablmente nos empujan como rueda de piedra en cuesta de arena en el pasar del tiempo marchito. Mi alma ya gastada, reclama resurgir sin prisas ni averías,consecuencia
ResponderEliminarSiempre un honor!!
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