Necesito, verte para tenerte entre los latidos de mi corazón. Hallarte, en ese firmamento indescriptible sin principio ni final. En el obituario que puede que me he de encontrar, deseo y espero que seas Tú quien, además de escribirlo, lo vaya a recitar. Necesito, habitar en el ingrávido espacio del tiempo sin límite donde las pulsaciones se vuelven del revés. Encontré en el laboratorio del pensamiento que, con ahínco busqué, esa luz que decoró la tierra que nadie habitó. De norte a sur, subrayó lo que ninguno halló. De frente, voló y nunca más volvió aunque su esencia luminosa, brillante, iridiscente, conmigo se quedó. Van tomando forma los lugares de Ti que aún me quedan por mirar. Explosión repleta de imaginación, substantividad creada en la realidad dibujada de la vida que para mí es real, exenta de la inseguridad que me visitó ayer dentro de un universo blanco, reflejo en el espejo del cielo azul de la ilusión que me invita a vivir contigo hasta el final. Meces el alma de mis sentidos, viento que siento muy dentro de mi interior. A tu lado, soy feliz, pues no quieres nada de mí. Cuando la luz se apague, mi último beso, será para Ti.
Te Quiero.
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