martes, 19 de marzo de 2019

Viajar entre el infinito y, el Todo.




Me gusta oírte soñar, acunarme con tu forma de respirar, horadar fronteras con tu manera de volar. Despertar componiendo, dibujar soñando leyendo lo que estoy imaginando. Entre el infinito y el Todo, así, de cualquier modo, emergen los deseos que son lo que son. Dormido con la imaginación, y contigo, de una forma coral, cobra sentido la línea intemporal que escribe y no concibe la ausencia de fusión entre viento y pensamiento cuando me siento liberar, correr, volar, morir por Amar, sin esperar. Expresión que se adueña con sutileza del corazón al cantar sin hablar al firmamento que aún está por contar, será nuestro secreto. Tengo la necesidad de crear un universo azul y verde en un horizonte blanco y negro, confín prudente y sutil, creciente, al percibir tus ojos cuando éstos se posan en mi mejor momento concediendo talento y todo lo que vendrá. Adentrarme en él, empezar a caminar, recorrer a tu lado los instantes en los que se desliga la voz de la piel menguante que ya no impone y que por el contrario dispone de los mejores acordes para poder cambiar.





(En un día como hoy, 19 de marzo, es para vosotras cuatro; Lara, Asun, Asun y Lara)
Percibo una especie de bendita sensación ingrávida e iridiscente en el momento repleto de instantes en los que la mente me regala volveros a ver. Siento que he ganado, asimilando lo que he perdido.
Deseo vivir siempre así.
Gracias y Gracias por creer y confiar en mí.


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