Tú, que te crees la reencarnación de Dios día tras día, me haces comprender que, los periodos que en ti invertía, me están destruyendo.
Tú, que cuestionas insistentemente mi proceso de fabricación de antaño, tergiversando a tu parecer la historia, haciéndome sentir tan extraño, mareado en tu inventada noria.
Tú, que eres un recuerdo oculto de látigo con injertos de espinas venenosas, rápido te calé, la primera corazonada, me advirtió.
Tú, que hablas de mi persona tóxica, sin saber su exacta etimología. Arcaica te dejo en la soberbia del invierno de tu corazón, así, consigues que te aleje constantemente de la acústica del honor del oráculo al que siempre deseo volver. No me quiero encontrar tu piel, jamás voy a naufragar en tu mar.
Inversa cura aplicando metodología de pura amargura. Esta es una historia sin memoria. Lazos que nacieron rotos de tanta locura alrededor.
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