Ha de venir sin escorarse, ahuyentando cualquier diseminación desorientada. Ahora, llegó exento de desgana, calor de axioma sin aristas, encontrado, no está de paso, duerme a mi lado, dibujando el despertar de la ilusión, reminiscencia durable. Brillos azules desvelados de la inapetencia acompañada por umbrías compañías. Habito en el cenit de lo anhelado, de lo imponente. Envío recibido directamente del cosmos de tus sentidos, no existe nada más. Enardeces mi aliento con tu sola presencia, elaboras con mimo este bosque repleto de orquídeas añil celestial, resplandecientes en las noches ajustadas, ajadas de luna gastada, incontable sucesión de abruptas imágenes, hacen que regrese a lo que éramos, lo que somos, la esencia vital actual, luces paradisiacas, profundidades de mi fanal bien orientado, colofón resplandeciente de rayo de sol, instante puntual. Bagaje acumulado, emérito.
Te necesito a ti... Asun.
Te necesito a ti... Asun.
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