¡Ahí va eso!
Remolinos que al final no dicen, eclipses capaces de evaporar las elipses del motor de la ilusión...
No sé que decir, dudas sin pedigree, resortes fatuos, mares de azul difuminado extensamente. Puerta ya bien cerrada, naturalmente.
Tú, amor de calor verdadero, siempre estás, gracias mi vida.
Ganar esta partida a la desolación. Así es mucho más fácil.
Te quiero mucho.
Esta imagen eres tú.
El ave fenix resurgió de sus cenizas, no hay nada imposible, sólo unas cosas más difíciles que otras...
ResponderEliminarTan solo se me ocurre decirte GRACIAS.
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